Pero junto a un paraje inhóspito, pero precisamente por ello adecuado para el movimiento y para la práctica con cualquier tipo de arma de las que cuenta en dotación La Legión, se encuentran otras instalaciones no menos relevantes que completan la zona dedicada al adiestramiento. En los últimos años, el movimiento de grandes unidades ha dejado paso a otras tácticas que priman el uso de secciones, compañías a lo sumo, potenciando a su vez al máximo la formación del soldado que va a tener que afrontar intervenciones en ambientes urbanos, donde el binomio, la escuadra como mucho, va a ser el componente básico que va a decidir el éxito de su intervención y hasta su propia supervivencia.
Por eso, en el CMT “Álvarez de Sotomayor”, que se extiende por los municipios de Pechina, Viator y
Almería, además de las miles de hectáreas de campo abierto, han ido creciendo instalaciones que recrean las condiciones más habituales del combate actual. Los ambientes urbanos, de configuración rural con edificios de planta baja o de ciudad con más alturas, llenan una parte de este campo de adiestramiento.
La Unidad de Apoyo a la Preparación (UAPRE), que se conforma en 2002 en el III Tercio de la Brigada “Rey Alfonso XIII” de La Legión (BRILEG), dedica su tiempo fundamentalmente a preparar el entorno adecuado para la instrucción de la tropa y dirigir los cursos de combate en zonas urbanizadas para cuadros de mando. Una decena de instalaciones de tiro y de combate en zonas urbanizadas conforman el total de las disponibles. Incluyen: un recorrido de iniciación para el HK-G36, foso de tiro instintivo, casa de goma, calle de tiro, aula de iniciación al combate en zona urbanizada, área urbanizada, torre multiusos, alcantarillado para incursiones subterráneas, casa fortificada y poblado africano.
834 metros cuadrados de habitaciones
Una de las instalaciones que llama más la atención es la denominada casa de goma. Dependiente del III Tercio “Don Juan de Austria”, se construye en 2003 y en su momento fue la instalación de estas características más grande de Europa. Sustituyó a otra inicialmente habilitada en el fondo de una piscina en desuso.
De dimensiones incomparablemente más grandes que su predecesora, la casa de goma fue diseñada para adiestrar con fuego real de fusil de asalto (calibre 5,56 mm NATO) a quienes deben limpiar viviendas u otros lugares cerrados y, por lo tanto, desenvolverse en ambientes muy reducidos. La casa de goma está conformada por distintos tipos de habitaciones, mobiliario de madera que puede cambiar de situación a voluntad de los instructores, así como las siluetas de tiro. Su particularidad, y de ahí su nombre, viene determinada porque sus paredes están construidas con neumáticos usados, que cumplen a la perfección la función de absorber los impactos e impedir que ningún proyectil atraviese sus muros.
Apilados hasta los cuatro metros de altura y rellenos de arena de río, con doble fila en todas las paredes, las columnas de neumáticos están unidas en su parte más alta mediante vigas de hierro recubiertas de caucho. Ocupando una extensión de 1.235 metros cuadrados, totaliza 834 metros cuadrados útiles. La distribución de los espacios es irregular y las puertas pueden estar abiertas o cerradas, teniendo en este último caso que ser franqueadas utilizando distintas técnicas. Sin techumbre, una serie de cámaras de circuito cerrado, hasta una treintena, envían imágenes en tiempo real a una sala de visionado desde donde se controla y se graba todo lo que acontece en su interior desde cualquier ángulo. Una de estas cámaras, la central, es de gran precisión, habilitada para captar hasta el menor detalle. Kilómetro y medio de cable coaxial completan la instalación.
La ambientación se complementa con un sistema de megafonía que introduce en la casa distintos sonidos a voluntad, con la intención de crear una atmósfera estresante adicional y que el combatiente se acostumbre así a lidiar con cualquier imprevisto. Distintos tipo de música, como el rock duro o sonidos de armas de fuego, son las empleadas más habitualmente para adiestrar a los legionarios, aprendiendo así a ignorarlas y centrarse en lo que deben hacer: cumplir la misión que se les ha encomendado.
El diseño de la casa se compone de una puerta de acceso principal, una entrada subterránea, para simular la incursión desde el subsuelo, y de 10 habitaciones con 4 pasillos y varios recodos angostos.
En la construcción de las paredes se emplearon 37.500 ruedas de neumático de distintos tipos. El suelo es de láminas de caucho, al igual que los recubrimientos de las vigas de la estructura, que son el soporte de la casa.
Igual que en una acción real, la preparación se lleva a cabo por binomios, dada la estrechez de los espacios. En el ejercicio del que fuimos testigos, dos binomios se disponen a entrar en la casa, actuando uno de ellos de líder y el otro en labores de apoyo unos metros más atrás. A retaguardia del segundo binomio, un empotrado les acompaña bajo la protección a su espalda de un legionario que le guía y le indica cuando avanzar o detenerse, a modo de protegido que hay que extraer.
La coordinación de movimientos entre ambos integrantes del binomio, en espacios tan angostos, es primordial, así como la asignación de zonas a cubrir dentro de las estancias. Nada de fuegos cruzados. Cuando se introducen en las habitaciones, cada componente del binomio se preocupa de escrutar y limpiar, si fuera preciso, la parte que se le ha asignado. Cuando se considera segura la primera estancia, el segundo binomio se adentra en ella, cubriendo el avance hacia la siguiente del primero. Así una habitación tras otra.
Los blancos son repasados por el instructor al final del ejercicio, en presencia de los actuantes. En este caso por el teniente que ha cubierto al empotrado hasta el final de la casa. En todas las estancias hay dobles o triples blancos, aunque no todos abatibles. En los pocos segundos que dura cada acción, hay que decidir si se abate o no, dependiendo de su configuración, que lo convierte o no en objetivo. Y si se hace, siempre con dos disparos a cada blanco en modo semiautomático. Todos los blancos, en este ejercicio, al final tenían dos impactos.
La seguridad es una obsesión en este tipo de ejercicios. Hasta que no se recibe la orden de inicio, no se monta el arma y una vez finalizado el mismo se extrae el cargador aún dentro de la casa, vaciando la recámara y disparando en vacío en el cajón de arena dispuesto justo antes de abandonar la instalación.
El objetivo es recrear un ambiente hostil y en ocasiones agobiante, a lo que contribuye la negrura de las paredes de neumáticos. Se trata de controlar la adrenalina. Es el adiestramiento del instinto en situaciones de alto estrés.
Adiestramiento de Fuerzas Ligeras
La homologación de la casa de goma por el Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC), necesaria para su uso en labores de adiestramiento, le confiere además la peculiaridad de ser la única con que cuenta el Ejército de Tierra, por lo que otras unidades distinta de La legión acudan al CMT “Álvarez de Sotomayor” para adquirir este tipo de adiestramiento. El pasado mes de octubre, el III Tercio fue anfitrión de unas Jornadas de Formación de Instructores de Combate en Zonas Urbanizadas para cuadros de mando pertenecientes a las unidades integradas en el Mando de Fuerzas Ligeras (FUL), en el que está encuadrada la BRILEG.
Entre otras instalaciones, los mandos procedentes de distintos puntos de España y de las distintas brigadas integrantes de las FUL, utilizaron la casa de goma para adquirir la instrucción necesaria de binomio y escuadra, con fuego real, en el interior de un edificio.
Publicado originalmente en papeldeperiodico.com
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