La moda en España es saltarse la ley, las normas de convivencia, cortar calles ilegalmente, insultar a la Policía cuando llega a defender el orden, agredir a los agentes y luego acusarles de brutalidad cuando cargan contra los vándalos y practican detenciones.
El principio de autoridad tiene tan poco prestigio en España que cualquier imposición del orden se considera fascista; la idea de la libertad es tan baja que se confunde con el caos. El relativismo ha hecho tanto daño que ya no sabemos distinguir entre bien y mal, entre ley y barbarie, entre convivencia y la total falta de respeto a los demás.
Hace tanto tiempo que cualquiera se cree con derecho a cortar una calle, a acampar en plazas públicas y a insultar a quien le plazca, que la Policía parece un cuerpo represivo cuando en realidad se limita a hacer posible que los que no somos unos delincuentes ni unos bárbaros podamos vivir con una cierta tranquilidad.
No sé si la Policía cometió ayer algún exceso en Valencia, pero sí sé que la turba de todas las edades hace mucho tiempo que comete toda clase de excesos contra las fuerzas de seguridad: desobediencias, insultos y agresiones. Y encima los agentes tienen que ver cómo se les pone en cuestión y se les acusa de lo peor.
Si continuamos por este camino al final no habrá quien se juegue la vida por defendernos, y los alborotadores tendrán vía libre para imponer su voluntad, sea cual sea a cada momento.
Visto en "El Mundo"
1 comentario :
Totalmente de acuerdo. Y además no deja de ser significativo el hecho de que este tipo de actuaciones por parte de el personal va dirigido contra la derecha en el 99% de los casos.
Por muy descafeinada que sea esta derecha que sufrimos, que también hay que reseñar esto.
La gente tiende a olvidar u prefiere hacerlo mejor dicho, que la actual debacle que padecemos es en última instancia responsabilidad de Rub-al-caba, Zapatero y sus secuaces.
Ellos y sus políticas de adoctrinamiento y laxitud y abandono de valores nos han llevado a esta situación del "todo vale".
Ellos y sus nefastas políticas de subvenciónes, su patética política económica basada en el despilfarro, y su vergonzosa política internacional, nos han conducido al desastre.
Cómo se supone que hemos de salir de esta, si es que esto es posible? Invirtiendo más en el sector público? Por favor... primero que no hay dinero ni para pagar la factura de la electricidad. Y segundo que el trabajo y la riqueza ha de provenir de la empresa privada. La pública sólo produce que gasto.
Más les valía haber ido a Moncloa pero hace ya 4 años y haberle puesto las pilas a su impresentable inquilino.
Quizá ahora no estaríamos al borde de una hecatombe como no se ha conocido desde los años 30.
Quizá ahora seguiríamos gozando del estado del bienestar en vez de ver como se nos escurre entre los dedos.
Tenemos lo que merecemos!
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