Personal procedente de distintas unidades está ya pendiente de su regreso en breve, vía aérea, a España
El contingente español en Afganistán, ASPFOR XXXII, ha
comenzando a trasladar material a la base que mantiene en Herat, con
objeto de ser repatriado. Igualmente ya ha sido desactivado personal
procedente de distintas unidades, que en breve será trasladado en avión a
España.
Concretamente los días 12 y 14 de marzo se organizaron dos convoyes;
el primero transportó vehículos tácticos y personal, y el segundo
desplazó contenedores con diverso material.
En el primero de los convoyes, los vehículos, después de ser
revisados, se trasladaron en configuración de combate, por ser de esta
la forma la en que menos sufren por el mal estado de las carreteras de
esta zona de Afganistán.
Las plataformas replegadas a Herat fueron unidades de combate
blindadas del tipo RG-31 y ‘Lince’. En la escolta de este convoy se
emplearon los vehículos tipo HUSKY para limpieza de rutas, recientemente
adquiridos por España para aumentar la protección de las tropas frente a
los artefactos explosivos improvisados (IED).
Dos días después, con ayuda de la compañía de Transporte y la sección
de Limpieza de Rutas del US Army, se transportaron 15 contenedores con
diverso material, entre el que se encuentra munición, extintores,
vestuario, etc.
Parte de los militares que, por el cierre de las bases de Ludina y
Moqur, han sido ya desactivados, una vez realizadas sus labores de
manteamiento de su material, partirán a España en un vuelo el próximo
día 19. En total son 45 personas entre mandos y tropa, 34 de infantería
de marina, cinco zapadores y seis pertenecientes al Cuerpo militar de
sanidad.
Trece horas de marcha
El itinerario por donde el contingente español traslada el material
es la ruta denominada LAPIS que une Qala-i-Naw con Herat, atravesando el
paso de Sabzak. Partiendo de la base ‘Ruy González de Clavijo’ en
Qala-i-Naw a 900 m. de altitud sube hasta el paso a 2.500 m por un
tortuoso camino de tierra flanqueado por un desfiladero, itinerario que
actualmente está cubierto de agua, barro, y nieve, y helada en los
kilómetros finales.
Una vez coronado el puerto se desciende más suavemente, pero la
carretera no deja de ser muy difícil, llena de baches y derrumbes de los
taludes que obligan a los conductores a mantener toda su atención,
fatigándoles en exceso. Finalmente, a 50 km de Herat, la tierra se
convierte en asfalto, constituyendo entonces el peligro los vehículos
afganos que adelantan temerariamente. Una vez en Herat quedan aún 10 km
que recorrer.
Todo esto hace que esta ruta de 157 km tarde 13 horas en recorrerse.
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